Page 203 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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de organizaciones piqueteras y movimientos sociales que mantienen

        vínculos con la revolución bolivariana.

          El referente local es el polémico líder piquetero Luis D’Elía. El 22 de

        febrero de 2006, D’Elía fue designado por el gobierno de Néstor Kirchner

        como subsecretario de Tierras para el Hábitat Social. El acto de asunción
        fue llevado a cabo en el piso 10 del edificio del Ministerio de Economía,

        que fue colmado por militantes de la Federación de Tierra y Viviendas

        (FTV), la agrupación liderada por el propio D’Elía. Estuvieron además
        el ministro de Desarrollo, Juan Carlos Nadalich, el secretario general

        de la Presidencia, Oscar Parrilli, el titular de la SIDE, Héctor Icazuriaga,

        el diputado Miguel Bonasso y el sacerdote Luis Farinello. Unos pocos

        meses después, el 14 de noviembre de 2006, Kirchner decidió pedirle

        a D’Elía la renuncia luego de que éste saliera a apoyar al gobierno de
        Irán ante el pedido de captura de exfuncionarios de ese país elevado por

        la Argentina por el atentado a la AMIA. D’Elía dijo estar «orgulloso de

        haber pertenecido a este gobierno» y culpó por su salida al «lobby israelí-
        estadounidense». Unos días antes había almorzado con el embajador de

        Venezuela en la Argentina, con quien había acordado producir una señal

        de respaldo a la República Islámica. Y después se lo comunicó a Kirchner,

        quien le exigió que no lo hiciera. D’Elía insistió ante Kirchner en reclamar

        un cambio en la postura argentina con relación a Irán y los atentados, e
        incluso intentó oficiar como agente comercial iraní, tratando de seducir

        al Presidente con posibles inversiones iraníes por nueve mil millones

        de pesos.  No obstante la negativa de Kirchner, igualmente concurrió
                     [1]
        a la embajada de Irán con una carta de solidaridad. No en vano, hace

        años, D’Elía realiza frecuentes viajes pagos a Venezuela y a Irán, de cuyos

        regímenes es ferviente apologista.

          Lejos de aplacarse, el activismo proiraní del exfuncionario se

        incrementó exponencialmente. D’Elía, el exdiputado Mario Cafiero y el
        sacerdote Luis Farinello aterrizaron el 24 de febrero de 2007 en territorio

        de la República Islámica de Irán para entregarle al gobierno de Mahmud

        Ahmadinejad un documento de apoyo, en medio de la tensión entre ese






           [1]  http://www.clarin.com/diario/2006/11/15/elpais/p-00315.htm.



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