Page 102 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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presidente argentino que visitará Israel, y además no tiene

                 resquemores en expresar públicamente su simpatía por

                 el pueblo judío y el Estado de Israel. Ya en la entrada de la

                 Casa de Gobierno, recibimos el trato «que le corresponde a

                 las visitas importantes del Presidente, porque ustedes los
                 periodistas israelíes son bienvenidos aquí», nos dice el jefe

                 de ceremonial, que casualmente se llama Enrique Kaplan.

          Los periodistas mencionan que a continuación fueron atendidos por
        una mujer bonita, vistiendo pantalones, contrariamente a la vestimenta

        del resto de las empleadas de la oficina. Es Amira Yoma, la cuñada del

        Presidente. Al Hamishmar menciona que, en un reportaje publicado la

        semana anterior, ella contó que desde dieciocho años atrás estaba afiliada

        al Partido Baas de Siria. Los periodistas llegados de Tel Aviv piropearon
        a la cuñada presidencial, y entonces «se derritió el hielo». Destacaron en

        su cobertura, con acierto, que Amira era una figura con mucho poder en

        la oficina presidencial, y quien en los últimos cuatro años llevó la agenda
        de Menem. Cuando llegó el Presidente, les estrechó «calurosamente» las

        manos y luego respondió a las preguntas que más interesaban en ese

        momento: cómo es eso de que se propone como mediador entre las partes

        en Oriente Medio, según se había divulgado en todo el mundo. Menem

        respondió con entusiasmo:
                 Lo importante es que los Estados involucrados en el conflicto

                 demuestran calidez hacia mi propuesta. Yo pienso que la

                 paz debe volver a la zona, que ha sufrido tanto a lo largo
                 de decenas de años de guerras ininterrumpidas. Pero no es

                 fácil llegar a la paz. Debemos recordar que el problema entre

                 israelíes y palestinos tiene ya por lo menos cuarenta años

                 de existencia. Generaciones nacen y envejecen en medio

                 de guerras inútiles. Las partes en conflicto recibieron con
                 satisfacción mi proposición, y también hemos recibido ecos

                 positivos de todos los líderes. Durante mi visita a los Estados

                 Unidos conversé con todos los factores cercanos al conflicto
                 y también con el presidente Bush, para coordinar pasos

                 concretos que acerquen la paz a la zona.






     3. Y en eso llegó Menem                        • 98 •                        Brindando sobre los escombros
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