Page 104 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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El viaje de Menem a Israel se concretaría en octubre de 1991. Mientras

        tanto, los popes del narcoterrorismo, del tráfico de armas y del lavado

        de dinero continuaban afianzándose en la Argentina. Así lo recuerda

        el periodista Rogelio García Lupo, quien ganó un juicio penal que

        le promoviera el magnate lavador de dinero Gaith Pharaon por sus
        investigaciones. García Lupo narró que, en el verano de 1990, Monzer

        Al Kassar y Alfredo Nallib Yabrán recorrieron una docena de fábricas

        de municiones y de fusiles de propiedad militar, hablaron con la línea
        de producción y con los gerentes, tomaron notas y regresaron a Buenos

        Aires con una libreta cargada de números. Al Kassar ya era uno de los

        traficantes de armas más famosos del mundo, tenía la entrada prohibida

        en media docena de países y había cumplido condenas por robo de

        automóviles y tráfico de drogas, además de estar involucrado en actos
        de terrorismo. Pero, evidentemente, se sentía muy protegido, no eludía

        las fotos y a menudo abusaba de su exposición pública. El trío formado

        por Gaith Pharaon, Al Kassar y Yabrán estaba decidido a quedarse con la
        producción de guerra nacional y llevarla a los confines de la Tierra. «Para

        simplificar, la prensa internacional los llama la mafia siria», escribía el

        periodista.

          Todo cambió cuando Menem modificó el rumbo de la política exterior,

        se alineó firmemente con los países occidentales y tornó en inviable
        el cumplimiento de los principales compromisos adquiridos con los

        gobiernos árabes. Las exigencias de los Estados Unidos obligaron al

        gobierno a frenar el proyecto del misil Cóndor, y la venta del reactor
        nuclear terminaría haciéndose a Egipto, un gobierno moderado y

        prooccidental. Ni Siria ni Irán recibieron lo que esperaban.

          Probablemente, otras condiciones ocultas de los pactos preelectorales

        hayan sido también incumplidas.

          En un libro editado en 1990, escrito por el presidente argentino con
        la «ayuda» de Enrique Pavón Pereyra,  cuenta Menem que el 27 de
                                                           [25]
        septiembre de 1989 tuvo su primer encuentro en Washington con el







           [25]  Carlos Saúl Menem, Estados Unidos, Argentina y Carlos Menem, Buenos Aires, CEYNE,
             1990.



     3. Y en eso llegó Menem                       • 100 •                        Brindando sobre los escombros
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