Page 142 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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extendido a todo el mundo y la batalla se desarrollará a lo

                 largo del tiempo.     [71]

          Hasta el siguiente atentado —de julio de 1994 contra la AMIA—, las

        investigaciones judiciales, a cargo de la Corte Suprema de Justicia de la

        Nación, fueron virtualmente inexistentes y el expediente fue «cajoneado».
        Por su parte, Israel se abstuvo de presentarse como querellante en la

        causa o colaborar en modo alguno en el proceso. Además, como veremos

        más adelante, tras el reemplazo del embajador Yitzhak Shefi por el muy
        amigable con el menemismo Yitzhak Avirán, los esfuerzos de la legación

        agredida se centraron en desactivar la protesta pública y cerrar filas con

        el oficialismo. Se sabía de la coautoría de Irán, pero no era conveniente

        ventilar los recientes negocios, los contratos frustrados ni la red de tráfico

        de armas aún en curso. Se sabía también del involucramiento de Siria,
        pero no convenía exponerlo cuando Israel estaba a punto de negociar la

        paz a cambio de la devolución de las Alturas del Golán, y cuando varias de

        las personas que deberían haber sido investigadas por el ataque tenían
        fuertes lazos tanto con la familia Al Assad gobernante en Damasco como

        con las familias Menem y Yoma en el poder argentino, gobierno con el

        cual Israel y los Estados Unidos estaban en pleno ménage à trois.

          La primera reacción de Menem fue adjudicar el atentado a «nazis y

        fundamentalistas».
          En diciembre de 1992 la suspensión de hecho del contrato de

        provisión nuclear para Irán se transformó en cancelación definitiva

        con una resolución oficial. Pero, simultáneamente, funcionarios de
        gobierno hablaban por lo bajo de desarrollar con Irán una «política de

        apaciguamiento», que incluyó procurar compensar a los iraníes con

        ventas de armas y cereales, lo que —luego se sabría— no fue suficiente.

          Así fue que existieron numerosas reuniones secretas en París al más

        puro estilo Irangate en 1993, donde funcionarios argentinos negociaron





          [71]  Cable 010217/94 del 28 mayo de 1994 mediante el cual la embajada argentina en el
             Líbano hace saber esta información aparecida en el diario local L’Orient-Le Jour, que
             al igual que otros reproduce los sermones religiosos. El prestigioso periódico local

             Al-Hayat del 30 de mayo de 1994 transcribió los mismos dichos de Fadlallah. El líder
             religioso de Hezbollah falleció el 4 de julio de 2010 a los setenta y cinco años.



     3. Y en eso llegó Menem                       • 138 •                        Brindando sobre los escombros
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