Page 137 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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La pequeña comunidad judía, en su mayoría de origen sefaradí, no
decepcionó a sus conciudadanos de Sarajevo e inmediatamente inició
un proyecto humanitario sin precedentes, tratando de ayudar en todo lo
necesario a la ciudad asediada. La Benevolencija era una organización
de beneficencia fundada por los judíos de habla ladina en Sarajevo a
mediados del siglo xViii. Cuando estalló en 1992 la guerra en Bosnia y
Herzegovina, la Benevolencija fue reactivada para asistir a todos aquellos
que necesitaran su ayuda sin tener en cuenta su raza o religión en una
ciudad étnicamente dividida. Con la ayuda del Comité de Distribución
Conjunto, la organización abrió una farmacia libre y un servicio de
entrega de alimentos para aquellos que no podían abandonar sus casas
debido al fuego de los francotiradores. Esta institución judía, presidida
por Ivan Ceresnjes, fue la única entidad local que asistió a todos los
ciudadanos de Sarajevo sin importar su origen. [64]
La Benevolencija también estableció una emisora de radio que
permitió la comunicación con los familiares en el extranjero y envió
correos esenciales. Esto lo realizó ante la desesperante burocracia de las
Naciones Unidas, que se dedicó a poner barreras en su camino casi en
cada proyecto.
la barbarie. Muchos años después, Mira salvó a la hija de Dervis en la Guerra de los
Balcanes, quien fue trasladada a Tel Aviv. En la guerra de la ex-Yugoslavia, la Hagadah
fue puesta a salvo de los bombardeos serbios por dirigentes musulmanes, y en abril
de 1995 fue entregada a la pequeña comunidad judía en un acto en que participaron
el presidente bosnio, Alija Izetbegovic, y referentes religiosos musulmanes, católicos
y ortodoxos. Fue, según Roger Cohen, testigo presencial como enviado de The New
York Times, «un momento de reconciliación en una ciudad destrozada». No obstante,
en el acto de la reaparición del Hagadah, un judío comentó con amargura que, pese
a sus buenos propósitos, las autoridades de Bosnia se ven «presionadas hacia una
mayor identificación con un islam rigorista», bajo presión de Irán. Esa tendencia se ha
acentuado peligrosamente en la actualidad.
[64] Ceresnjes junto con otros miembros prominentes además fundaron «Los Amigos
de la Benevolencija», organización de apoyo que recaudó dinero para hacer entrar
víveres y ayuda evacuando a la gente de la línea de fuego. Realizaron operaciones muy
arriesgadas, entre ellas la puesta en funcionamiento de ocho convoyes destinados a la
gente de Sarajevo, con los que salvaron muchas vidas. Para ello tuvieron que atravesar
áreas serbias, bosnias y croatas y los únicos que podían hacerlo eran los judíos.
Brindando sobre los escombros • 133 • 3. Y en eso llegó Menem