Page 226 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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Unos días después, acudirían como fuente de inspiración al panfleto

        antisemita «Los protocolos de los sabios de Sión»:

          La fuerza y no la razón, como proclaman los judíos en sus «protocolos»,

        es sin duda la bujía que mueve la historia. Ciertamente, el maléfico poder

        judío, disperso en decenas de países pero mayormente concentrado en
        los Estados Unidos y Europa, controla al mundo [de la nota «El sionismo

        fascista y el mundo alcahuete», Aporrea, 19 de enero de 2009].

          El profesor universitario Emilio Silva —que se presenta como
        «trabajador académico de la UBV, miembro del Colectivo Docente UBV»

        y figura en el directorio de la Universidad Boliviariana de Venezuela, a

        cargo de Gestión Social para el Desarrollo Local—, dentro de un extenso

        manifiesto que convocaba a escarches, concentraciones y marchas frente

        a instituciones judías, proponía:
                 Denunciar públicamente con nombre y apellido a los

                 integrantes de grupos judíos de poder con presencia en

                 Venezuela, indicando las empresas de su propiedad para
                 boicotearlas […] Al respecto, como a gentes tan capitalistas

                 como estos hebreos sionistas les duelen más el bolsillo que

                 cualquier otra cosa (incluyendo Jehová), es inapropiado

                 comprarles sus productos y acudir a sus locales comerciales.

          También proponía interceptar judíos por las calles para que se
        manifiesten a favor o en contra del «Estado-aborto de Israel». Por último,

        el profesor indicaba:

                 Toda esta ofensiva política, diplomática y comunicacional
                 debía ir acompañada de todas las gestiones necesarias para

                 la liberación del camarada Ilich Ramírez Sánchez, alias

                «Carlos» (el sobrenombre de «El Chacal» es una ofensa

                 impuesta por las empresas privadas de comunicación), quien

                 está prisionero en las cárceles de Francia por obra y gracia
                 del sionismo y el imperialismo, debido a que hasta ahora es

                 el único revolucionario venezolano públicamente conocido

                 que ha ido a combatir a favor de la causa palestina desde los
                 años sesenta del siglo pasado. ¡Honor y gloria al camarada

                 Carlos!






     6. La comunidad judía ante las amenazas […]   • 222 •                        Brindando sobre los escombros
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