Page 227 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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El propio Chávez efectuaría una reivindicación del terrorista
venezolano Carlos Ilich Ramírez, «El Chacal» o «Carlos», en una de sus
charlas televisadas, el 21 de noviembre de 2009, llamándolo un «luchador
revolucionario», y aseverando que está pagando cadena perpetua en
Francia «injustamente». El portavoz de la cancillería gala respondió
que «para nosotros, “Carlos” no será nunca nada más que un terrorista».
Chávez, que en 1999 ya le había remitido una carta «solidaria», opinó:
«“Carlos” lo que fue en verdad es un luchador revolucionario. ¡Yo lo
reivindico, qué me importa lo que digan mañana en Europa!». La
semana siguiente, en un acto con el presidente de la Autoridad Nacional
Palestina (ANP), Mahmud Abás, realizado en el Palacio de Miraflores
el 27 de noviembre, volvió a elogiarlo, refiriéndose a «“Carlos” […] un
soldado de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) que
nos representó a todos nosotros en la lucha por la liberación del pueblo
palestino». Carlos Ilich Ramírez, capturado en 1994 en Jartum, Sudán,
fue condenado tres años después a cadena perpetua por el tribunal
especial de lo criminal de París por tres atentados perpetrados en ese
país en 1982 y 1983, que causaron once muertos y ciento noventa heridos.
Leyenda del terrorismo internacional de los años setenta y ochenta, este
venezolano, nacido en Caracas en 1949, fue miembro del Frente Popular
de Liberación de Palestina (FPLP) de Georges Habache. En esos mismos
días de noviembre de 2009, Chávez se refirió a Idi Amín Dadá, el grotesco
y sanguinario dictador de Uganda llamado «el carnicero de Kampala»,
como «un patriota, un gran nacionalista». En términos similares se
[19]
referiría luego a los líderes de Libia y Siria, Kadafi y Al Assad.
[19] El 26 de junio de 1976 un avión de pasajeros fue secuestrado por un grupo propalestino
y llevado al aeropuerto de Entebbe, Uganda, con la anuencia de Idi Amín. Se trataba de
un vuelo de Air France con doscientos cuarenta y cuatro pasajeros y doce tripulantes,
que partió de Atenas rumbo a París. Los terroristas amenazaban con matar a los
secuestrados si no era liberado un listado de presos propalestinos en Israel y varios
países europeos. En Entebbe los secuestradores liberaron a parte de los rehenes,
separando y manteniendo cautivos a los israelíes y a los que identificaron como judíos.
El capitán y la tripulación se negaron a irse y se quedaron con el resto de los rehenes.
Tras volar cuatro mil kilómetros, comandos israelíes rescataron a los pasajeros en un
espectacular operativo liderado por el comandante Yonatan Netanyahu, hermano del
Brindando sobre los escombros • 223 • 6. La comunidad judía ante las amenazas […]