Page 210 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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encuentra en San Nicolás 674, en el corazón de Floresta.
Este dato es indispensable para entender lo que sucedió en
el acto; la revista El Porteño en su edición de noviembre de
1990 publicó una nota titulada «Floresta musulmana» en
la cual se refería a esta comunidad y a su líder espiritual:
el imán Mohsen Rabbani, iraní de treinta y siete años de
edad, que ingresó en nuestro país en 1983. Sí, acertaron, el
imán Mohsen Rabbani estuvo presente en este acto y con él
gran parte del cuerpo diplomático iraní, con sus respectivas
esposas e hijos (en total unas ciento cincuenta personas, y
entre ellas unas siete mujeres vestidas con chador).
Más adelante, la nota publicada en 1991 en Nueva Sión se refería a la
arenga del «espiritual» Rabbani:
El diplomático persa abrió su alocución con una cita de
Khomeini: «Israel debe desaparecer de la faz de la tierra»,
siguió con conceptos como «…ese tumor maligno llamado
Israel», y no se olvidó de fustigar a Egipto y de ensalzar
a Jaled el Istambuli, el soldado que dio muerte a Anuar el
Sadat, el primer mandatario árabe que firmó la paz con Israel
y fuera asesinado por ello. El agregado cultural, haciendo
una innegable apología de la violencia, dijo que el proyectil
que mató a Sadat fue disparado en representación de los
musulmanes del mundo entero.
Rabbani vino a la Argentina con el fin de procurar implantar la versión
más extremista del islamismo, aquella que ensalza el odio y la muerte.
Por aquellos días, en el centro de Buenos Aires aparecieron afiches
firmados por «Hermanos Musulmanes Argentinos» convocando a una
marcha contra el escritor Salman Rushdie. En 1989, un edicto religioso
o fatwa leído por el ayatola Khomeini por Radio Teherán había instado
a dar muerte a Rushdie por apóstata. También llamaba a ejecutar a los
editores que publicaran sus Versos satánicos, y llegó luego a ofrecer una
recompensa de tres millones de dólares a quien matara al escritor. En los
meses siguientes se produjeron numerosas manifestaciones contra el
libro en diversas partes del mundo, incluyendo quemas de librerías. En
6. La comunidad judía ante las amenazas […] • 206 • Brindando sobre los escombros