Page 162 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
P. 162

Barbaccia.  Con ese pacto se cerraría cualquier indagación sobre la pista
                      [4]
        siria, la misma que una semana después —en forma inadmisible para

        el poder político y para Beraja como presidente del canal— era puesta

        en la pantalla de Alef Network, con consecuencias que incluyeron hasta

        episodios policiales contra los periodistas.
          El canal Alef fue entonces ocupado de facto por gente de confianza de

        Beraja, incluyendo a su hermano —dueño de una compañía de seguros—

        y a un alto funcionario del Banco Mayo, León Laniado, luego procesado
        por el vaciamiento de la entidad bancaria.

          Diego Melamed, en su libro Los judíos y el menemismo (Sudamericana,

        2000), cuenta:

                 A fines de 1997, Beraja, ya cansado de lidiar con el tema,

                 deriva la conducción en su hermano David, quien intenta
                 un nuevo «golpe de timón» de la mano de Ariel Berliner.

                 La experiencia que Berliner había adquirido en ATC le

                 servía para ser trasladada en escala. Del menemismo en la
                 televisión abierta al berajismo en la TV de cable, rearmó el

                 canal privilegiando un noticiero donde no se podía criticar ni

                 al gobierno ni a la conducción de la comunidad judía. A modo

                 de ejemplo, hubo días en los que la única nota a realizar

                 era difundir las declaraciones que el ministro Corach hacía
                 por las mañanas. En ese contexto fue levantado del aire el

                 programa Novedades AMIA-Embajada.

          Entretanto, los periodistas Joe Goldman y Jorge Lanata, luego de
        realizar con su equipo de investigación un relevamiento de elementos

        probatorios y de encontrar gran cantidad de evidencias que eran

        ignoradas por la pesquisa oficial —incluyendo testigos—, advirtieron

        las desviaciones y publicaron sus conclusiones en el libro Cortinas de

        humo. Era una temprana alarma del desvío intencional de la pesquisa
        y de la frustración que sobrevendría años después. Lejos de recibir el

        merecido estímulo, apoyo y agradecimiento de la dirigencia comunitaria,







           [4]  Al momento de cerrarse la edición original de este libro, se encontraba pendiente de
             realización el juicio oral para dilucidar las responsabilidades por estos hechos.



     4. El teatro                                  • 158 •                        Brindando sobre los escombros
   157   158   159   160   161   162   163   164   165   166   167