Page 164 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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Haddad y su hijo Javier. Sólo desde lo más alto del poder
político es posible llevar la causa por carriles equivocados.
En abril de 1998, Levinas se alejaba de la DAIA convencido de que
la dirigencia comunitaria miraba para otro lado, y de que sus aportes
sólo servían para que Galeano disimulara mejor. En noviembre de 1998
publicó el libro La ley bajo los escombros. AMIA. Lo que no se hizo, en el
que relata estas circunstancias.
Por esos mismos días, el Banco Mayo de Rubén Beraja recibía casi
trescientos millones de dólares, que en cuestión de semanas serían en
gran parte distribuidos entre allegados al presidente de la DAIA. [5]
Claudio Lifschitz fue prosecretario del juzgado de Juan José Galeano
y trabajó dos años y medio directamente ligado a la investigación. Era
además agente de inteligencia de la Policía Federal. Sus denuncias sobre
las gravísimas irregularidades que ocurrían en la instrucción a cargo del
juez, y sobre algunas maniobras de encubrimiento de parte de agentes
de la SIDE que pudo advertir, dieron lugar a actuaciones en el propio
organismo de Inteligencia, a la intervención de la Comisión Bicameral de
seguimiento de los atentados y a la formación de un proceso judicial a
cargo del juez Federal Claudio Bonadío. Finalmente, como consecuencia
de todo ello, y de las nuevas revelaciones de irregularidades que siguieron
quedando expuestas en el juicio oral —como la comprobación de que
a Rabbani y a otros iraníes implicados, la SIDE les había «pinchado»
[5] «Las maniobras que el juez les imputa a los procesados habrían consistido en: […];
b) el manejo y/o administración que se hizo del dinero que, por una suma aproximada
de trescientos millones de dólares fuera otorgada por el Banco Central de la República
Argentina al Banco Mayo Coop. Ltdo., en concepto de asistencia financiera por
iliquidez —redescuentos—, durante los meses de septiembre y octubre de 1998; c) la
elevada asistencia crediticia y/o financiera que el Banco Mayo Coop. Ltdo. otorgó
—particularmente, en los últimos meses de su funcionamiento en plaza— a personas
físicas y/o jurídicas que fácticamente resultarían vinculadas a la entidad; […] Los
aportes en concepto de adelantos por iliquidez transitoria se encuentran acreditados
por el informe pericial glosado a fs. 3879, en el que sobre el particular se consigna
que «la asistencia financiera por iliquidez para el período comprendido entre el
3/9/98 y el 8/10/98 inclusive ascendió a 298 600 000 pesos». «Beraja, Rubén Ezra
s/procesamiento», Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
Federal, Sala i, 7 de agosto de 2000.
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