Page 25 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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Jorge Kirszenbaum


        El tercero de los dirigentes judíos que apoyaron el nombramiento del
        comisario Palacios en la Policía Metropolitana fue presidente de la DAIA

        en el período 2003-2006. Participó como funcionario del Programa

        Nacional de Democratización de la Cultura (Prondec) encabezado por

        Marcos Aguinis durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Ingresó por
        izquierda en la política comunitaria —en el sionismo socialista— y

        aterrizó por derecha al obtener la representación de una reducida

        agrupación religiosa ultraconservadora que le permitía intervenir en su

        nombre en la DAIA, y así acercarse a Rubén Beraja. Abogado penalista, se
        convirtió en acérrimo defensor de los cuestionados intereses del exdueño

        del Banco Mayo, mientras trasladaba su entonces discreta oficina a un

        lujoso piso.

           En septiembre de 2006, ante el procesamiento de Rubén Beraja
        en la causa por el encubrimiento en el atentado a la AMIA, realizó

        declaraciones sosteniendo que se trataba de «un ataque a la comunidad

        judía en su conjunto», agregando que «la resolución judicial dictada por

        el juez Ariel Lijo transforma a las víctimas en victimarios». El periodista
        Horacio Verbitsky recordó:

                 Era un modesto abogado de militancia alfonsinista

                 que promovió la creación de una coalición opositora a

                 Beraja. Pero Beraja lo nombró su abogado y se convirtió al
                 oficialismo. El azar lo depositó en la presidencia de la DAIA,

                 por enfermedad del titular Gilbert Levi. Beraja era presidente

                 del Banco Mayo, que recibió trescientos millones de dólares

                 del Banco Central y está procesado por haberlos prestado a
                 personas y empresas vinculadas.

           La agrupación de familiares críticos de la investigación oficial Memoria

        Activa respondió los dichos de Kirszenbaum, que asimilaron a Beraja

        con «las víctimas», con un comunicado en el que señalaba que «no puede
        tolerarse semejante generalización desde el punto de vista ético y moral,

        desde que semejantes manifestaciones implican una ofensa a la memoria

        de las víctimas y sus familiares», y que «cuando el señor Kirszenbaum

        afirma que toda la plana mayor de la DAIA compartía las decisiones y





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