Page 28 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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Hercman y Kirszenbaum intimaron al periodista a retractarse. En lugar
de ello, en el número siguiente del periódico se publicó el texto de la
intimación, y la respuesta ratificando todos los párrafos cuestionados.
Los dirigentes promovieron una querella penal por calumnias e injurias
pidiendo pena de prisión contra el periodista y escritor que había pasado
por las mazmorras y cárceles de la dictadura. La jueza María Laura
Garrigós de Rébori desestimó la querella por inexistencia de delito,
reivindicando el derecho del periodista a formular sus duras críticas
sobre la actuación comunitaria, según fallo dictado el 12 de diciembre de
2002.
Sin embargo, el grupo de tareas comunitario continuaría operando.
Años después, mientras Hercman, Zaidemberg y Kirszenbaum acudían
en apoyo del nombramiento del Fino Palacios, familiares de las víctimas
del atentado a la AMIA que asumieron el liderazgo del reclamo de justicia
hicieron conocer su rechazo a la candidatura. Entre los familiares que
se oponían a su nombramiento se destacaba Sergio Burstein, quien tras
la defección de Palacios dijo: «Realmente no se siente triunfo ni victoria.
Esto no tendría que haber pasado, el sentido común tendría que haber
primado en los que lo eligieron. Se podría haber evitado toda la burla y el
mal momento que nos hicieron pasar». Cuando Burstein alude a la burla,
se refiere al director de Relaciones Institucionales del gobierno de Macri,
Claudio Avruj, quien pasó de ser director ejecutivo de DAIA a trabajar
en el gobierno PRO de la ciudad y fue el encargado de asegurarles a los
familiares que no era cierto el rumor de que Macri pensara designar a
Palacios. Con ello pretendía desmontar el inicio de la protesta.
Burstein integró la comitiva que viajó a Nueva York acompañando
a Cristina Kirchner en su presentación ante la Asamblea General de
la ONU, en la cual la Presidenta denunció la falta de colaboración de
Irán con la Justicia argentina en la pesquisa del atentado. El 22 de
septiembre de 2009, mientras Burstein estaba en los Estados Unidos,
su hija de dieciocho años recibió en su casa un llamado anónimo en el
que le advertían que su papá tenía el teléfono «pinchado» por Palacios.
Investigaciones ulteriores impulsadas por el macrismo involucraron en la
advertencia a un agente de la SIDE.
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