Page 29 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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Palacios ya había resignado su expectativa de conducir la policía de la
ciudad, pero aún se encontraba pendiente de resolución por parte del
juez Ariel Lijo la acusación del fiscal Nisman sobre el encubrimiento en
la causa AMIA. Y ese teléfono celular era el que Burstein utilizaba para
hablar con el fiscal o con cualquier otro interlocutor relacionado con ese
tema. No es difícil imaginar que uno de los objetivos de las escuchas era
encontrar elementos para neutralizar a Nisman y al propio familiar de
AMIA.
Tras la denuncia y la corroboración por parte del juez Oyarbide de que
efectivamente ese teléfono había sido intervenido, el propio Mauricio
Macri resultó imputado al descubrirse una extensa red de escuchas a
distintas personas, cuyas grabaciones eran retiradas por Ciro James,
un personaje de confianza de Palacios, contratado en el Gobierno de
la Ciudad. En su defensa, Macri descalificó a Burstein atribuyéndole
intereses políticos afines al kirchnerismo y aseguró ser víctima de un
complot armado por la Secretaría de Inteligencia. En el mes de junio
2010 se conoció que visitaría la AMIA, ante lo cual Burstein anunció
que un grupo de familiares no permitiría que Macri depositara un ramo
de flores en homenaje a las víctimas, por ser un acto de hipocresía, y
acusó de traidoras a las autoridades de la AMIA que planeaban admitirlo.
El encuentro con las autoridades de la mutual se hizo entonces en la
sede del Gobierno porteño. Pero la polémica interna fue creciendo. El
mediático rabino Sergio Bergman pidió, por carta a la AMIA, sanciones
contra Burstein, y el Bloque Unido Religioso que gobernaba la entidad
[7]
condenó la actitud del familiar, expresando que «él no representa a la
[7] El rabino Bergman, impulsor de la agrupación interna AMIA es de Todos, posibilitó
con su voto que los ultraortodoxos ganaran por primera vez la conducción de AMIA.
Luego, en las elecciones comunitarias de 2011, nuevamente operó a favor de los
ultras. La Fundación Argentina Ciudadana —la organización civil que preside— firmó
un convenio con el gobierno porteño para colaborar en la política de seguridad
de la ciudad. Posteriormente, se incorporó a las filas del PRO de Mauricio Macri,
encabezando la lista de diputados de dicha fuerza para la ciudad de Buenos Aires, por
la que fue electo el 10 de julio de 2011. Su postulación por el partido de Macri generó
repudios y polémicas en diversos sectores de la comunidad judía, que criticaron el
giro ideológico de Bergman y el uso político de su título de rabino, difundiéndose una
Brindando sobre los escombros • 25 • 1. La «task force» judía