Page 32 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
P. 32

Con anterioridad, mientras se instruía la causa AMIA, defendió

        penalmente a empresas dominadas por Alfredo Enrique Nallib

        Yabrán, integradas por represores de la última dictadura militar, por

        imputaciones de evasión impositiva.              [9]

           Dichas empresas, Zapram SA, Zapram SRL y Zapram Technical SA, se
        constituyeron en el año 1991 y tenían como objeto social la prestación

        de servicios de seguridad y vigilancia. En el caso de Zapram Technical,

        el objeto social era la provisión de elementos de seguridad y
        contrainteligencia electrónicos. Las tres firmas se ocupaban de la

        seguridad en los depósitos fiscales de Ezeiza.  Se atribuyó a otra
                                                                     [10]
        empresa adjudicada a Yabrán la realización de tareas de limpieza

        nocturna en la AMIA, pero nunca se profundizó esta pista.                     [11]

           El tráfico de armas desarrollado a través de las zonas dominadas
        por Yabrán, que controlaba los depósitos fiscales de la estación aérea

        como socio de la Fuerza Aérea —y donde se instaló a personajes tales

        como el coronel sirio Ibrahim Al Ibrahim—, aparece con indisimulables
        conexiones con los atentados en la Argentina, a diferencia de lo defendido

        por la querella como historia oficial. Y con un asociado de Yabrán, por

        entonces uno de los más peligrosos traficantes del mundo, Monzer

        Al Kassar, vinculado a grupos terroristas palestinos. En el contrabando

        de armas a Croacia, Bosnia y Ecuador, que enriqueció a funcionarios
        menemistas, participaron oscuros personajes de origen sirio, junto con

        criminales nazis croatas y agentes de la Guardia Revolucionaria Iraní, los






           [9]  La doctora Nercellas fue defensora, entre otros, de los directivos de Zapram, Carlos
             Orlando Generoso y Marcelo Claudio Carmona, ambos suboficiales retirados del

             Servicio Penitenciario Federal. Generoso, comisionado a la Escuela de Mecánica de la
             Armada (ESMA) durante la dictadura, fue presidente de Zapram SA y socio gerente de
             Zapram SRL, mientras que Carmona fue socio gerente de Zapram SRL y presidente de
             Zapram Technical. El represor Adolfo Miguel Donda Tiguel, capitán de fragata retirado,
             fue director suplente de la primera.

           [10]  Como sostuvo el diputado Franco Caviglia en junio de 1998, «los elementos que se
             interrelacionan para vender ilegalmente armas a Croacia y Ecuador necesitaron la
             connivencia de la estructura de la Aduana de Ezeiza, de la Fuerza Aérea y de sectores

             del Gobierno».
           [11]  Juan Salinas, «¿Yabrán en la AMIA?», Nueva Sión, n.° 843, 28 de junio de 1999.



     1. La «task force» judía                       • 28 •                        Brindando sobre los escombros
   27   28   29   30   31   32   33   34   35   36   37