Page 36 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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para neutralizar la investigación del encubrimiento que quita el sueño a

        la dirigencia judía de la década menemista. El infatigable padre de una de

        las víctimas del atentado a la embajada, Carlos Susevich, a sus ochenta

        y dos años de edad, fue infructuosamente hostigado por Zbar para que

        bajara el tono de sus reclamos. Por su parte, el fiscal Alberto Nisman, a
        cargo de la acusación en la causa por encubrimiento del atentado a la

        AMIA, decidió querellar penalmente a Zbar, afirmando haber sido por él

        coaccionado el 22 de mayo de 2009 para que no continuara investigando
        esta turbia historia. Según lo referido por fiscal, habría sido amenazado

        telefónicamente, con la advertencia de que, si no paraba de investigar al

        destituido juez Galeano y a los exfiscales, «te tiro la comunidad encima».

        Ante la querella promovida se presentaron como defensores de Zbar los

        abogados Jorge Kirszenbaum (el ya mencionado expresidente de la DAIA,
        asesor de Beraja, además defensor penal de Fernando de la Rúa) y Juan

        José Ávila. Este último actuó en el juicio oral por el atentado, defendiendo

        en nombre de la AMIA lo realizado por el exjuez Galeano y sus adláteres,
        codo a codo con la abogada Nercellas. Las pruebas de Nisman resultaron

        insuficientes, y la querella no prosperó, pero el conflicto quedó en

        evidencia.

           Zbar intentó en 2009 convertirse en presidente de la DAIA, pero a

        último momento retiró su candidatura al no reunir los apoyos suficientes,
        aunque acusó al fiscal Nisman de ser el causante de su defección.

           La mayoría de los abogados mencionados en este capítulo son

        renombrados y muy costosos profesionales del foro porteño. Pero con una
        experiencia marcada predominantemente por la defensa de personajes

        situados en las antípodas de la búsqueda de verdad y justicia. Los

        principales clientes de sus estudios son el poder o lo han sido. Poder que,

        en el caso AMIA, se encargó de ocultar, de tapar, de encubrir.

           Éstos son los protagonistas que supieron poner, a lo largo de estos años,
        todos sus engranajes en defensa de la historia oficial de la causa AMIA.

        Demasiados esfuerzos. Demasiados recursos.

          ¿Qué están protegiendo?











     1. La «task force» judía                       • 32 •                        Brindando sobre los escombros
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