Page 60 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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Carter. Para los israelíes, era una oportunidad de seguir fortaleciendo

        su vital industria bélica y de obtener alianzas frente a la dispersión de

        grupos guerrilleros palestinos que mostraban lazos con organizaciones

        insurgentes de varios países. Y para ambos sectores, representaba

        siderales ganancias que engrosaban también los bolsillos de funcionarios
        y de particulares.

          A partir del involucramiento conjunto en Centroamérica, al que desde

        el gobierno de Reagan-Bush se sumó el suministro norteamericano
        de armas para Irán y fondos para los Contras, las riesgosas relaciones

        clandestinas entre israelíes, argentinos e iraníes se prolongaron hasta los

        atentados de 1992 y 1994 en Buenos Aires.

          En Guatemala, ya desde los años sesenta, se venían verificando

        operaciones contrainsurgentes que constituían un campo de
        experimentación para la represión sistemática que se extendería en

        casi todo el continente. El gobierno de Carter redujo la asistencia para

        seguridad, y el general Laugerud (1974-1978) rechazó como intromisión
        externa toda supervisión norteamericana relativa a los derechos

        humanos. Entonces la Argentina pasó a ser uno de los principales

        proveedores de entrenamiento militar antisubversivo del ejército

        guatemalteco, incluyendo un convenio de octubre de 1981 por el cual unos

        doscientos oficiales del ejército y la policía de Guatemala se trasladaron
        a Buenos Aires para recibir un entrenamiento avanzado en inteligencia,

        abarcando el uso de «técnicas de interrogatorio». La confirmación de

        la colaboración militar conjunta de argentinos e israelíes se verificó en
        junio de 1977, cuando, en su ruta a Guatemala, un avión argentino con

        problemas mecánicos tuvo que aterrizar en Barbados. Alertadas por la

        inteligencia británica, las autoridades de ese país confiscaron veintiséis

        toneladas de armas y municiones israelíes. El avión era de Transporte

        Aéreo Rioplatense (TAR), de miembros de la aeronáutica argentina, la
        misma que en los años ochenta llevaría cargamentos israelíes a Irán.

        Este tipo de operación, que combinaba el anticomunismo con ganancias

        personales, fue característico de las fuerzas armadas durante el











     2. Cuando todo comenzó                         • 56 •                        Brindando sobre los escombros
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