Page 152 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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octubre de 1994, durante una visita del presidente Clinton a Damasco, la

        extensión del plazo a dieciséis meses. En el medio, se había perpetrado

        el segundo atentado en la Argentina, pero un expediente judicial en el

        extremo sur del continente americano no sería el obstáculo para seguir

        negociando el fin del conflicto en una región donde las guerras y los
        atentados se llevan cientos y cientos de vidas año tras año.  Por decisión
                                                                                       [3]
        tripartita argentina, israelí y norteamericana, estaría vedado mencionar

        la pista siria en los atentados de Buenos Aires, si bien la negociación con
        Siria se paralizaría en 1996.

          Pese a los acuerdos de entonces, y según los vaivenes de la política

        internacional, el discurso en ocasiones se resquebraja, dejando ver la

        verdad oculta. Así ocurrió a principios de 2010 en Buenos Aires tras

        un reportaje al ministro de Información sirio, Mohsen Bilal, publicado
        en el diario Clarín, en el cual el entrevistado previsiblemente defendió

        el régimen de su país y criticó a Israel. El 12 de enero de ese año, sus

        dichos sobre el conflicto de Oriente Medio fueron replicados en el mismo
        periódico por el vicecanciller israelí Danny Ayalon, quien, a los efectos

        de dar más énfasis a su rechazo a las expresiones del funcionario sirio,

        sorprendentemente escribió:

                 Los argentinos saben el gran alcance de la alianza asesina

                 entre Irán, Siria y Hezbollah. Los ataques terroristas al
                 edificio de la AMIA y la embajada israelí, matando a más de

                 cien personas, se llevaron todas las huellas digitales de este

                 triunvirato, según el Servicio de Inteligencia argentino.
          Es decir, según reconocía este alto funcionario de la cancillería israelí,

        tanto la Argentina como Israel sabían de la participación siria en ambos

        atentados. Tan notable confesión pasó inadvertida en medios políticos






           [3]  Las partes siria e israelí llegaron incluso a consensuar, el 22 de mayo de 1995, un
             documento titulado «Aims and Principles of Security Arrangements» («Objetivos

             y principios de las medidas de seguridad»), que fue hecho público a partir de una
             filtración. Se preveía allí que «las medidas de seguridad serán idénticas, mutuas y
             recíprocas» y que las legítimas necesidades de cada parte «no pueden ser satisfechas

             en detrimento de la otra». Se admitía, no obstante, que medidas específicas podrían
             compensar algunas eventuales diferencias geográficas.



     4. El teatro                                  • 148 •                        Brindando sobre los escombros
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