Page 49 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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llamada guerra anticomunista en América Central. Comienzan entonces

        a operar en Centroamérica a favor de los Contras, realizando el trabajo

        sucio que la CIA estaba restringida de hacer al comienzo del gobierno del

        demócrata Jimmy Carter (1977-1981).

          Al iniciarse en 1977 la guerra civil en Nicaragua, la Argentina empezó
        a participar a favor de Somoza en operativos contrainsurgentes y a

        organizar las tácticas represivas anticomunistas en los países vecinos

        de Centroamérica, aportando armas y entrenamiento. Israel participó
        activamente de ese emprendimiento y realizó importantes ventas de

        armas con la colaboración de militares argentinos, que hacían sus propios

        negocios personales.        [9]

          El gobierno de los demócratas en los Estados Unidos no apoyó este

        tipo de intervenciones salvo en el tramo final de la administración
        Carter, hacia 1980. De todos modos, la Central de Inteligencia Americana,

        profundamente identificada con los republicanos y con la lucha contra

        el comunismo en todo el mundo, encontró formas clandestinas de
        involucrarse, las cuales se habilitarían abiertamente a partir de la

        llegada a la vicepresidencia de los Estados Unidos de uno de sus hombres

        en 1981, el exdirector de la CIA, George Bush. Lo haría de la mano del

        nuevo presidente republicano Ronald Reagan, un firme defensor de los

        operativos contra el sandinismo y la supuesta amenaza comunista en la
        región.

          Entretanto, en 1978, el presidente Carter había suspendido la asistencia

        militar a la Argentina por las acusaciones de violación a los derechos
        humanos, cerrándole además diversas vías de acceso al financiamiento.

        A partir de entonces, la Argentina comenzó a comprar grandes cantidades

        de armas a Israel, en particular ante la crisis con Chile por el canal de

        Beagle, producida ese mismo año, incrementando los pedidos en las

        postrimerías y durante la Guerra de Malvinas, hasta que el suministro





           [9]  Así quedó expuesto en julio de 1977, cuando un avión de la empresa Transporte
             Aéreo Rioplatense (TAR) que llevaba a Guatemala veintiséis toneladas de armas y
             municiones israelíes tuvo que aterrizar de emergencia en Barbados. Ariel Armony,

             La Argentina, los Estados Unidos y la cruzada anticomunista en América Central.
             1977-1984, Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes, 1999.



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