Page 45 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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pandilla de adictos al crack. Logró salvar a su joven hija de la adicción

        en que también había caído. Hizo de la lucha contra el narcotráfico

        una cuestión personal, fue enviado a varios destinos sudamericanos,

        incluyendo Buenos Aires, y se infiltró en las redes de droga que partían

        de Bolivia. Pero los aportes que hacía a sus jefes rara vez llegaban al
        encarcelamiento de los responsables. Con gran desilusión terminó

        por comprender que por encima de los intereses de la DEA estaban los

        acuerdos y negocios de otras agencias norteamericanas.
          En su constante búsqueda de información e influencia, la CIA

        frecuentemente protege a aquellas personas poderosas que la DEA

        busca por actividades criminales… El criminal con buenas conexiones es

        intocable mientras provea información a los Estados Unidos y drogas a

        sus ciudadanos.       [6]
          Levine, quien escribió un libro autobiográfico sobre su experiencia en la

        DEA,  afirmó:
               [7]
                 […] durante décadas, la CIA, el Pentágono y organizaciones
                 secretas como la de Oliver North han estado apoyando y

                 protegiendo a los mayores narcotraficantes del mundo.

                 Esos bravos luchadores por la libertad en Afganistán, los

                 Mujahedin, son los proveedores de gran parte de la heroína

                 que se usa en los Estados Unidos. La DEA ha comprobado
                 que los Contras y algunos de sus aliados en Centroamérica,

                 tal como Honduras, proporcionan por lo menos el cincuenta

                 por ciento de la cocaína consumida en los Estados Unidos.
                 En los años ochenta fueron el principal conducto para la

                 cocaína colombiana que entraba a los Estados Unidos […]

                 El apoyo a esta gente ha sido visto secretamente como de

                 mayor prioridad que el limpiar las calles de drogas.

          El senador John Kerry encabezó una comisión investigadora que
        produjo en 1986 un demoledor informe de más de mil páginas, donde

        concluyó que miembros de la Contra apoyados por los Estados Unidos,




           [6]  James Mill, The Underground Empire, Nueva York, Doubleday, 1986, citado por

             Michael Levine.
           [7]  Michael Levine, La gran mentira blanca, Buenos Aires, Planeta, 1993.



     Brindando sobre los escombros                  • 41 •                              2. Cuando todo comenzó
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