Page 82 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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que existían en algunos sectores de la comunidad judía con relación al

        peronismo eran un prejuicio, «porque si a mí me dijeran o me trajeran a

        colación un solo hecho que hubiera atentado contra la colectividad judía

        durante las épocas de algún gobierno justicialista, entonces tendríamos

        que discutirlo».
          Luego de hablar de la necesidad de la paz en Oriente Medio, el

        entrevistador le preguntó su opinión acerca del sionismo:

                —Creo que el sionismo cumplió, es un movimiento que
                 ha dado una respuesta a un clamor de un sector grande

                 de la comunidad en Oriente Medio. Pero, una vez que se

                 solucione el conflicto, tendrían que desaparecer todas esas

                 manifestaciones. Es decir, mantenerse para incentivar la paz,

                 pero no para incentivar la guerra.
                —¿Qué quiere decir con incentivar la guerra?

                —Creo que el sionismo cumplió una etapa. La Organización

                 para la Liberación de Palestina (OLP) está cumpliendo
                 una etapa. Lo que se trata de hacer es procurar que no se

                 extiendan los conflictos en la zona a otras partes del mundo.

                 Es un conflicto que hay que focalizarlo en su lugar de origen,

                 terminar con los enfrentamientos, terminar con el terrorismo

                 que tanto daños hace a la humanidad y procurar la paz en esa
                 zona tan conflictiva.

           Sin embargo, y en contra de sus declaraciones, Menem en su campaña

        electoral dio el puntapié inicial para la importación del conflicto «a
        otras partes del mundo», en particular a la Argentina, al entrar en

        sigilosas tratativas con factores de Oriente Medio cuestionados por

        su apoyo al terrorismo, a los cuales recurrió para obtener importante

        apoyo financiero, decisivo para lograr las victorias electorales que

        anhelaba. Pero los aportes no fueron a título gratuito sino a cambio
        de irresponsables promesas. Menem recibió en 1988 más de cuarenta

        millones de dólares, contra lo cual —entre otras cosas— prometió a

        los libios la entrega del misil Cóndor y a los sirios, tecnología nuclear,
        una tecnología que se encontraba desde el gobierno de Raúl Alfonsín

        en avanzadas tratativas de transferencia con el gobierno de Irán, con






     3. Y en eso llegó Menem                        • 78 •                        Brindando sobre los escombros
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