Page 123 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
P. 123

alto nivel de enriquecimiento de uranio que podría ser utilizado para

        construir una bomba, y la participación argentina sumaba a dicho

        propósito. Posteriormente se firmaron dos contratos más entre la

        empresa estatal INVAP y las autoridades iraníes, el primero de ellos el

        3 de octubre de 1988 para remitir a Irán elementos para la provisión de
        la Planta Piloto de Conversión y Purificación de Uranio. El monto por

        comercializar era de 9 700 000 dólares. El segundo convenio, del día

        siguiente, fue para la exportación de una planta piloto para fabricación
        de elementos combustibles nucleares con uranio natural. Ese contrato

        era por casi quince millones de dólares. Científicos argentinos llegaron a

        viajar a Irán, y los iraníes mostraron fuerte interés en ir más lejos con los

        planes sobre esta tecnología «dual», es decir, utilizable tanto para fines

        civiles como armamentísticos.
           Sin embargo, ya en la presidencia de Menem, el 12 de noviembre de

        1991 el entonces canciller Guido Di Tella le pidió por nota secreta al

        titular de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Manuel
        Mondino, que «reduzca los contactos en el área nuclear con Irán al

        mínimo indispensable, para cumplir con los contratos ya pactados».
                                                                                                   [48]
        En diciembre, un alto funcionario de la embajada de los Estados Unidos,

        James Walsh, llamó por teléfono al vicecanciller Juan Carlos Olima

        para solicitar la detención de un embarque con destino a Irán que se
        encontraba pronto a salir en el puerto de Campana, ante lo cual Olima

        pidió al INVAP retrasar la salida. Al día siguiente George Bush padre

        habló con Carlos Menem y lo convenció de dejar sin efecto los contratos
        con Irán.

          A modo de pretendida compensación, simultáneamente se alentaría

        el armado de negocios de armas que permitieran ingresos para el

        sector militar argentino y suministros para los iraníes, aunque de

        menor riesgo. En ese contexto cabe inscribir el contrabando de armas y
        municiones alentado por los Estados Unidos hacia los Balcanes, para la

        guerra en la desintegrada Yugoslavia, propicio además para respaldar la

        recientemente declarada independencia de los croatas, acosados por los






           [48]  Daniel Santoro, Clarín, 12 de marzo de 2006.



     Brindando sobre los escombros                  • 119 •                              3. Y en eso llegó Menem
   118   119   120   121   122   123   124   125   126   127   128