Page 115 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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Los desaires e incumplimientos de Menem eran considerados una
«traición», y de las más pesadas, porque se consumaban de la mano de
sus nuevos amigos judíos e israelíes. Cuando el escándalo del Yomagate
que involucraba a su cuñada Amira amenazaba con tumbarlo, Menem
además negó que su hermano Munir conociera a Al Kassar. Frente a
ello, la esposa del Presidente y hermana de Amira, Zulema, sintió que
a su influyente familia le habían «soltado la mano», que habían dejado
solos a los Yoma. Entonces apareció en el programa Hora Clave del
periodista Mariano Grondona con un video que mostraba a Munir Menem
y Al Kassar compartiendo un alegre baile en Damasco, en un homenaje
prodigado por el traficante al hermano presidencial. [37]
El escarnio público de los Yoma y de Ibrahim Al Ibrahim, y la toma de
distancia con Al Kassar, además de una prueba de los condicionamientos
[37] Ya en la campaña electoral para presidente del gobernador riojano, el periodista
Jacobo Timerman había denunciado esos peligrosos nexos, y al verificarse muchos
de los hechos que anticipó, explicaba en 1992 que «esto en realidad no empieza con
Menem. Esto empieza con un Perón envejecido, controlado básicamente por López
Rega, quien ha hecho acuerdos con la Propaganda-Dos —la mafia italiana— y con
Kadafi, el presidente de Libia. En el viaje de López Rega a Libia se conviene que Kadafi
va a financiar el programa nuclear de cohetes. Hace dos años, en la reunión de los
No Alineados, Kadafi le preguntó a Menem: “dígame, ¿cómo anda eso?, ¿seguimos
interesados en mandar capitales?”. Pero ya para esa época los Estados Unidos habían
decidido que la Argentina no tuviera cohetes, es decir, que cancelara el proyecto
Cóndor. Siendo Al Kassar el más grande financiador de actos de terrorismo, yo
empezaría a preguntarme si un operativo sirio tan vasto como el montado por Al
Kassar y el coronel del ejército sirio Ibrahim Al Ibrahim, que no es el tonto que la gente
cree, no tiene que ver más con el contrabando de misiles a los países árabes que con el
tema del narcotráfico». En pleno apogeo del Narcogate, respecto del enrarecido clima
que dominaba el panorama político argentino por esos días, expresaba: «El Presidente
de la Nación dice un día que su hermano no tiene nada que ver con Monzer Al Kassar,
que no lo conoce. A las pocas horas, su propia esposa, la esposa del Presidente,
aparece con un video que muestra en cámara sin pedir permiso. Se ve como una
reacción realmente violenta, y muestra al hermano del Presidente, embajador en
Siria, bailando con este asesino internacional. Este hecho aislado, por sí mismo, da la
sensación de que hay un grupo operativo, una verdadera banda; que se están vigilando
unos a otros» (entrevista con Edgardo Krawiecki, Nueva Sión, n.° 756, 6 de julio de
1992).
Brindando sobre los escombros • 111 • 3. Y en eso llegó Menem