Page 233 - Brindando sobre los escombros - La dirigencia judía y los atentados: entre la denuncia y el encubrimiento - Edición del autor, (c) 2012 - 2024 Horacio Lutzky
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la combinación de normas ortodoxas con los recursos de la modernidad.

        Asimismo, a diferencia de otros sectores ortodoxos, en pos del objetivo

        de ganar almas para la causa, otorgan un marco bastante elástico y

        tolerante para quienes se acercan a sus centros, aunque no cumplan con

        los preceptos religiosos. Ellos saben que algo de lo que predican quedará.
        Cuentan con el apoyo incondicional y con las contribuciones de algunos

        importantes empresarios que siguen sus enseñanzas, y los consejos del

        principal referente local, el rabino Tzvi Grunblatt.
          Ante la crisis económica argentina de principios de siglo, los Lubavitch

        habilitaron centros gratuitos recreativos para cientos de jóvenes y

        adolescentes cuyas familias no podían costear ningún esparcimiento, con

        acceso a juegos y pileta, asistieron a indigentes, organizaron hogares para

        recibir a niños provenientes de familias disfuncionales o «judicializadas»,
        y muchas acciones sociales más.             [4]

           Otra de las formas que orquestó la comunidad judía para ayudar a las

        familias arrasadas por las consecuencias económicas de los noventa fue
        por medio de la fundación Tzedaka, cuyo significado implica el concepto

        de ayuda, no como dádiva o caridad sino como un precepto obligatorio de

        solidaridad para que el prójimo pueda salir a flote. El término Tzedaka

        viene de la palabra «tzedek», una de cuyas acepciones es «justicia», y

        es el equivalente de justicia social para el judaísmo. Ése fue el nombre
        que tomó la organización que centralizó los esfuerzos de voluntarios y

        numerosas entidades de la colectividad que comenzaron recolectando

        ropa, alimentos y remedios.          [5]
          La obra social realizada por Jabad Lubavitch, y algunos otros grupos

        religiosos, acercó un marco comunitario a centenares de judíos que se

        hallaban alejados de sus raíces, en especial jóvenes. Es actualmente






           [4]  Alejandro Soifer, Los Lubavitch en la Argentina, Buenos Aires, Sudamericana, 2010.
           [5]  Desde 1991 despliega una intensa actividad en el campo social y en la recaudación

             de fondos en la Argentina. Hoy, por la diversidad de sus programas sociales y la
             cantidad de beneficiarios que atiende, es la principal institución de ayuda social de
             la comunidad judía de la Argentina y brinda ayuda directa a once mil personas en

             todo el país. Trabaja en las áreas de niñez, salud, educación, vejez y vivienda y cuenta
             actualmente con el apoyo de importantes empresas y entidades civiles.



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